2 sept 2011
Francisco Pizarro
Francisco Pizarro
Francisco Pizarro González, Marqués (Trujillo, Cáceres, 16 de marzo de 14781 — Lima, 26 de junio de 1541) fue el explorador y conquistador español del Perú, gobernador de Nueva Castilla (actual territorio peruano) con sede de gobierno en La Ciudad De Los Reyes (Lima). Es recordado por haber logrado imponerse sobre el Imperio incaico con ayuda de diversos cacicazgos locales, conquistando el mencionado estado imperial cuyo centro de gobierno se ubicaba en el hoy Perú, y estableciendo una dependencia española sobre él. Si bien tuvo el título de marqués, fue "marqués sin marquesado"; sus descendientes tuvieron el título de marqueses de la Conquista. Sin embargo, es muy posible que le fuera concedido el título de marqués de los Atavillos, siendo este el título utilizado por el cronista don Francisco López de Gomara en su Historia General de las Indias, capítulo CXXXII. Para sus huestes indígenas era conocido como Apu (Jefe, Señor, General) o Machu Capitán (Viejo Capitán)
Primeros años en América
En 1502, llegó a América en la expedición de Nicolás de Ovando, el nuevo gobernador de La Española. De sus primeros años en América sabemos muy poco. Probablemente participó en la “pacificación” de La Española.
En 1508, el rey de España Fernando el Católico sometió a concurso la conquista de Tierra Firme. Se crearon dos nuevas gobernaciones en las tierras comprendidas entre los cabos de la Vela (Colombia) y de Gracias a Dios, (en la frontera entre Honduras y Nicaragua). Se tomó el golfo de Urabá como límite de ambas gobernaciones: Nueva Andalucía al este, gobernada por Alonso de Ojeda, y Veragua al oeste, gobernada por Diego de Nicuesa.
En 1509, hubo una expedición comandada por el bachiller y Alcalde Mayor de Nueva Andalucía Martín Fernández de Enciso que salió a socorrer a su superior jerárquico, el gobernador Alonso de Ojeda. Ojeda junto con setenta hombres, había fundado el poblado de San Sebastián de Urabá en Nueva Andalucía, lugar donde después se levantaría la ciudad de Cartagena de Indias; sin embargo, cerca del establecimiento existían muchos indígenas belicosos que usaban armas venenosas, y Ojeda había sido herido de una pierna. Poco después, Ojeda se retiró en un barco a La Española, dejando el establecimiento a cargo de Francisco Pizarro, que en ese momento no era más que un valiente soldado en espera de que llegara la expedición de Enciso. Ojeda pidió a Pizarro que se mantuviera con unos pocos hombres por cincuenta días en el poblado, o que de lo contrario usara todos los medios para regresar a La Española.
Hombre de fuerte carácter y poco dispuesto a la actividad sedentaria, participó en la expedición de Alonso de Ojeda que exploró América Central y Colombia (1510) y luego en la de Vasco Núñez de Balboa que culminó en el descubrimiento del Mar del Sur (más tarde océano Pacífico) en 1513.
En enero de 1519, Francisco Pizarro arrestó a Vasco Núñez de Balboa por orden de Pedro Arias de Ávila, Gobernador de Castilla de Oro. De 1519 a 1523, fue encomendero y alcalde de Panamá.
Existen discrepancias sobre el estado de la fortuna de Pizarro durante su estancia en Panamá. Al respecto, Horacio Urteaga afirmó que:
Éste es el único cronista que asegura que la situación económica de Pizarro y Almagro era holgada. Quintana y Mendiburu, que mucho averiguaron sobre la vida de los conquistadores, aseguran que Pizarro era uno de los moradores de Panamá menos acaudalados, y cuando llegó el caso de la famosa contrata para descubrir el Perú, ambos socios no pudieron poner otra cosa que su industria personal y su experiencia.
En efecto, en 1524, Pizarro se asocia con Diego de Almagro y Hernando de Luque, un hombre influyente, cura de Panamá, para conquistar "Birú" o "El Birú" (el Imperio inca del Perú), del que tenían vagas noticias, repartiéndose las responsabilidades de la expedición. Pizarro la capitanearía, Almagro se encargaría de la intendencia y Luque estaría al cargo de las finanzas y de la provisión de ayuda. Existen noticias de un cuarto asociado, el licenciado Espinosa, que no quiso figurar oficialmente y que habría sido el financiador principal de las expediciones hacia el Perú.
A finales de septiembre de 1526, cuando habían transcurrido dos años de viajes hacia el sur afrontando toda clase de inclemencias y calamidades, llegaron a la isla del Gallo extenuados. El descontento entre los soldados era muy grande, llevaban varios años pasando calamidades sin conseguir ningún resultado. Pizarro intenta convencer a sus hombres para que sigan adelante, sin embargo la mayoría de sus huestes quieren desertar y regresar. Allí se produce la acción extrema de Pizarro, de trazar una raya en el suelo de la isla obligando a decidir a sus hombres entre seguir o no en la expedición descubridora.
Pizarro y los Trece de la Fama esperaron refuerzos cinco meses en la isla del Gallo, los cuales llegaron de Panamá enviados por Diego de Almagro y Hernando de Luque, al mando de Bartolomé Ruiz. El navío encontró a Pizarro y los suyos en la Isla de la Gorgona, hambrientos y acosados por los indios. Ese mismo día, Pizarro ordenó zarpar hacia el sur.
Pizarro no fue ni el primero ni el único que intentó la conquista del Perú. Dos años antes, en 1522, Pascual de Andagoya intentó la aventura: su expedición terminó en un estrepitoso fracaso. Sin embargo, las noticias de la existencia de "Birú" y de sus enormes riquezas en oro y plata, influyeron sin duda en el ánimo de los asociados y pudieron haber sido decisivas en la toma de decisión para acometer la empresa.
En 1531 llegó a Perú, que vivía una guerra civil por la sucesión del emperador Inca Huayna Cápac, muerto por viruela. Había un enfrentamiento entre sus sucesores, Atahualpa y su hermano, el Sapa Inca Huáscar. Francisco Pizarro fue invitado por el Inca Atahualpa a encontrarse en Cajamarca, por intermedio de un emisario muy allegado a él. El emisario se encontró con los españoles en Cajas y además de llevarle regalos (patos desollados, vasijas en forma de fortaleza, etc.) midió las fuerzas de los españoles y lo invitó a continuar su marcha por el valle del Chancay, cerca del pueblo de Chongoyape hasta Cajamarca para entrevistarse con Atahualpa. Pizarro aceptó y le envió una fina camisa de Holanda y dos copas de vidrio al Inca como regalo. Así, se adentró en territorio Inca con 168 soldados y 37 caballos, se dirigió a Cajamarca, donde tomó prisionero a Atahualpa (16 de noviembre de 1532). Tiempo después, a pesar de haber recibido el rescate más alto de la historia, lo mandó ajusticiar por los delitos de sublevación y por haber ordenado ejecutar a Huáscar, aunque Pizarro se negó a quemar vivo al Inca.
Pizarro mantuvo una estrecha alianza con la nobleza del Cuzco, partidaria de Huáscar, lo que le permitió completar la conquista del Perú. Tras nombrar Inca a un hermano de Atahualpa, Túpac Hualpa, marchó al Cuzco, capital del Imperio inca, que ocupó en noviembre de 1533. Su hermano Juan fue nombrado regidor de la ciudad. El conquistador contrajo matrimonio bajo el rito católico con la hija del emperador Inca Huayna Cápac, Quispe Sisa, bautizada como Inés Huaylas. Con ella tuvo dos hijos: una primera hija que llamó como su padre, Francisca Pizarro Yupanqui y Gonzalo, que murió joven. Francisco Pizarro ordenó la ejecución de Atahualpa, a pesar de su aparente cariño por él mientras estuvo prisionero. El 18 de enero de 1535, fundó en la costa la Ciudad de los Reyes, pronto conocida como Lima, y Trujillo, con lo que se inició la colonización efectiva de los territorios conquistados. Mientras tanto, su hermano Hernando, que había partido a España para entregar el Quinto del Rey a la corona, regresó portando el título de marqués para su hermano Francisco, y el de adelantado para Almagro, al cual se le habían concedido 200 leguas al sur del territorio atribuido a Pizarro.
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